La empresa pública sanitaria (Administración sanitaria) va y siempre irá por detrás de la empresa privada, por motivos obvios. Pero hay un motivo primordial, que está por encima de todos, el dinero. Una empresa privada está concebida para ganar más dinero del que gasta (o como algunos dicen "invierten", jeje). Por el contrario, la empresa pública es una unidad de costo en su totalidad. Si, está claro que algunos servicios se cobran, pero en su globalidad, una unidad de gasto no repercutible. Añadido esto, a la falsa percepción generalizada (que no total) del trabajador público (funcionario, estatutario, etc.) de que el fruto de su trabajo se diluye entre la población, y por tanto, no tiene porqué imponerse objetivos de eficiencia, queda como corolario, que la empresa pública debería aprender de la privada. Digo esto, por la información que hemos podido conocer (yo la conozco gracias a la web Hemos leído, grandes profesionales los que mantienen dicha página) acerca del marketing ilegal que usaron algunos laboratorios farmacéuticos, para vender la gabapentina (Neurontin). Copio y pego la parte que me parece más interesante desde la web Hemos leido, sobre lo que dijo un directivo de una compañía farmacéutica a un valiente defensor de la honestidad:
“Quiero que todos los días vendas Neurontin. . . . Sabemos que Neurontin no va a crecer como terapia adyuvante; además, aquí no es donde está el dinero. El manejo del dolor, ahora es el que da dinero. La monoterapia [para epilepsia], eso si es dinero. . . . No podemos esperar a que los médicos pregunten; necesitamos salir y decírselo de antemano. Las cenas, los programas de formación medica continuada y las cosultorías funcionan, pero no hay que olvidar el cara a cara. Ahí es donde necesitamos estar, dándole la mano y susurrándole en el oído, Neurontin para el dolor, Neurontin para la monoterapia, Neurontin para bipolares, Neurontin para todo. No quiero ver salir a un solo paciente antes de que lleve Neurontin al menos 4800 mg / día. No quiero escuchar nada de la seguridad, si tomas un Neurontin comprobaras que no pasa nada, es un gran medicamento.”
Creo que lo más importante es la letra en negrita. ¡Eso es!, eso es lo que tiene que aprender la empresa pública, debe formar sin olvidar el cara a cara, susurrar al oido, dar la mano, etc. y todo con información desinteresada y por supuesto no sesgada, con la mejor evidencia disponible sobre el proceso clínico que se trate. Es quizás, la barrera más importante con la que se encuentra la Administración pública, la barrera de la transmisión de la información. No es infranqueable, no es imposible, sólo hay que acometer su esquiva y abordarla con decisión, con presupuesto asignado y con dedicación exclusiva a esta labor, porque es un trabajo de pastoreo, no de pastar, pero las dos cosas a la vez no se pueden simultanear. Y que no piensen los directivos, jefes y demás personal, que esto se puede realizar contando con la buena voluntad y el interés profesional de los trabajadores públicos, porque estos tienen su jornada laboral igual que los demás. Por todo esto, saltar esa barrera, supondrá un coste económico directo añadido al proceso, pero que a la larga repercutirá en ahorro económico y ahorro en salud. Pero, ¿para qué?, pues para que el paciente D. Juan Sinremedio, anciano con pluripatologías, plurimedicado, no ingrese en un hospital con un problema derivado de un mal uso o abuso de medicamentos derivados de una mala prescripción, o una prescripción basada en el sesgo propiciado por la industria farmacéutica.
Estimados lectores, si queremos evitar que D. Juan haga honor a su apellido, el camino será arduo, muchos se quedarán por el camino y otros simplemente se preguntarán que consiguen a cambio de ser sinceros. ¿Es más válido ser el borrego de la manada, pastar sin preocupaciones, o intentar ser el pastor para llevar al rebaño a mejores sitios donde pastar, corriendo riesgos en el camino?. Seamos pastores, y no borregos, porque la industria, a veces, toma el papel del lobo.
Saludos cordiales.
.
Estimados lectores, si queremos evitar que D. Juan haga honor a su apellido, el camino será arduo, muchos se quedarán por el camino y otros simplemente se preguntarán que consiguen a cambio de ser sinceros. ¿Es más válido ser el borrego de la manada, pastar sin preocupaciones, o intentar ser el pastor para llevar al rebaño a mejores sitios donde pastar, corriendo riesgos en el camino?. Seamos pastores, y no borregos, porque la industria, a veces, toma el papel del lobo.
Saludos cordiales.
.
2 comentarios:
Ayer estuve leyendo rápido y sin analizar en profundidad el siguiente artículo, (me llamo la atención por su título).
" I don´t know how many of these medicines are necessary.."-A focus group study among elderly users of multiple medicines. J. Moen et al/ Patient education and Counseling 74(2009) 135-141
El trabajo creo que vale la pena,entre otras conclusiones parece que, los pacientes tienen una mayor confianza en las medicinas dependiendo de la opinión que tienen sobre el médico. En el tema de los fármacos yo me pierdo, he comentado la entrada por si a alguien le puede interesar el artículo anterior.
Gracias Tona por tu visita. y por supuesto, por tu aportación.
Un cordial saludo.
Publicar un comentario